Bodegas Páez Morilla, Tradición e innovación

La pequeña solera de Vinagres de Vino de Jerez desarrollada desde 1.910 por Don Francisco Páez Sánchez, propietario de la Sociedad Recreativa de Vinos “Los Palitos”, fue la base y la inspiración para que a partir de 1.945 su hijo Don Antonio Páez Lobato decidiera hacer algo insólito hasta entonces: comercializar el Vinagre de Jerez.


Para el desarrollo de nuestra “Solera Base” se usó la pequeña solera de “Los Palitos” y otras que se seleccionaron y adquirieron en diferentes firmas de la zona: Williams & Humbert , Sandeman ; Bodegas O'Neale , González Byass , Bodegas Alfonso Lacave Ruiz-Tagle... Aunque, sin duda, la parte fundamental fue la adquirida a Don Alejandro Romero Osborne, cuyos orígenes se remontan a 1.936 y resultaron un gran hallazgo, tanto por su antigüedad como por su excepcional calidad.


Así comenzó la andadura de esta firma en la producción, cría y comercialización del Vinagre de Jerez; un negocio inédito hasta entonces, ya que, a pesar de las características excepcionales que este producto ha tenido siempre, se reducía el uso a propietarios de las bodegas, familiares y conocidos.

Bodegas Páez Morilla, una producción atípica

Pero la innovación no acaba aquí, tras la adquisición de la viña "La Vicaría", comenzamos la idea de experimentar con vinos atípicos para el marco de Jerez. En 1981 lanzamos al mercado "Tierra Blanca", un vino blanco andaluz, del que posteriormente se lanzó su modalidad “Tierra Blanca Semidulce”. Y, desde 1977, el primer vino tinto crianza gaditano embotellado "Viña Lucía".


Es una satisfacción para nosotros poder afirmar que la producción de nuestros vinos es vendida en su totalidad cada año y que esta experiencia pionera en los vinos de Cádiz ha incitado a otros a seguir por este camino.


Recientemente, también hemos lanzado al mercado la línea de productos “Doña Pepa”, compuesta por cinco salsas balsámicas destinadas como aderezo y potenciador del sabor en la cocina, y el vino “Doña Pepa” recomendado para uso culinario.